Existen diferentes tipos de inventarios, cada uno de los cuales cumple con una función específica y responde a una necesidad logística diferente.
En este artículo vamos a conocer cómo se clasifican, qué beneficios ofrecen, para qué se utilizan y cómo elegir el más adecuado para cada emprendimiento. ¡Seguí leyendo!
¿Qué es el inventario?
En el mundo corporativo, el inventario es la herramienta que se emplea para registrar y clasificar los bienes, materiales, mercaderías y productos de una empresa.
Su principal función es llevar un control y ofrecer información concreta para almacenarlos, alquilarlos, transformarlos, consumirlos o venderlos, según las necesidades y el fin específico de cada uno de ellos.
El inventario, también llamado de stock, es de gran importancia para la contabilidad, ya que se considera un activo y un patrimonio del negocio. También es clave para la logística, al identificar si se cuenta con los recursos suficientes para responder a la demanda y a las necesidades operativas de la compañía.
Por otro lado, su gestión sirve para hacer mediciones y comparaciones, que permiten sacar conclusiones y tomar decisiones en base a sus resultados. Además, la rotación de stock ayuda a detectar los productos que tienen más salida y diseñar estrategias de marketing específicas para aquellos con poco movimiento.
Tipos de inventarios
Existen diferentes maneras de clasificar a los inventarios. Las principales son:
Según el producto
Este método divide los tipos de inventario de acuerdo a la fase de producción en la que se encuentran los artículos. Entre ellos tenemos:
- El inventario de materias primas: que registra los insumos naturales que se utilizan en la elaboración de los productos.
- El inventario de suministros: que incluye aquellos elementos no cuantificables del proceso de producción como, por ejemplo, la pintura empleada.
- El inventario de productos en fabricación: que cuenta los artículos semielaborados que se están fabricando en el momento.
- El inventario de productos terminados: que contempla todas aquellas unidades que ya están concluidas y listas para la venta.
Según el momento del año
Esta división clasifica los tipos de inventario de acuerdo al período del año fiscal en la que se realiza su verificación. Aquí tenemos:
- El inventario inicial: que se mide al comienzo del ejercicio, antes de la compra de nuevos materiales o de la venta del stock existente.
- El inventario final: que se contabiliza al cierre del ciclo y también sirve como inventario inicial del próximo período.
Según la periodicidad
Esta modalidad clasifica los tipos de inventario de acuerdo a la cantidad de veces que se controlan durante el año. Entre ellos tenemos:
- El inventario anual: que se mide una vez al año para confirmar que sus valores coincidan con los registrados en los estados contables.
- El inventario permanente: que se actualiza al instante con cada movimiento, gracias al uso de las nuevas tecnologías digitales. Este es el más efectivo de todos, ya que refleja en tiempo real el stock disponible.
- El inventario cíclico: que se contabiliza en forma regular durante el año en períodos determinados, por ejemplo, cada mes o cada semestre. En general se lo utiliza para controlar la fecha de caducidad de los productos o para renovar el stock según las demandas estacionarias.
- El inventario intermitente: que verifica las mercaderías disponibles cuando la empresa lo necesita, por algún motivo específico, sin tener una fecha fija para el próximo conteo.
Según la función
Esta metodología divide los tipos de inventario de acuerdo al uso de los productos. Aquí se encuentran:
- El inventario de tránsito: que registra las materias primas ya compradas a los proveedores, pero que aún no llegaron a los almacenes de la empresa. Además, también puede haber un inventario de tránsito que incluya a los artículos ya vendidos a los clientes, pero que todavía no salieron para entrega.
- El inventario de reserva: que contabiliza aquellos bienes que la compañía almacena por seguridad, para poder continuar con sus operaciones durante situaciones imprevistas, como fallas en la producción, retrasos de los proveedores u otros posibles incidentes.
- El inventario de especulación: que mide las materias primas y productos disponibles para aumentar la producción, en caso de necesidad, en función de los cambios que se producen en el mercado como, por ejemplo, aumentos inesperados de la demanda.
- El inventario de productos obsoletos, rotos o perdidos: que verifica los elementos desaparecidos, deteriorados, vencidos o que no se pueden comercializar por alguna circunstancia determinada. Su control es importante para analizar las pérdidas generadas por problemas logísticos o un almacenamiento deficiente.
- El inventario en cuarentena: que marca aquellas mercaderías o lotes que precisan quedar almacenados durante un determinado período de tiempo, antes de poder utilizarse, distribuirse o venderse.
- El inventario estacionario: que cuantifica las mercaderías guardadas para satisfacer demandas futuras previsibles, relacionadas generalmente con una época del año. Por ejemplo, los artículos que se venden solo durante el invierno, el verano o en navidad.
- El inventario mínimo: indica la cantidad mínima de materias primas y productos almacenados con los que la compañía puede continuar con sus actividades sin arriesgar su producción ni su plan de comercialización. Si bien este tipo de inventario ayuda a sacarle el máximo provecho a los depósitos y ahorra costos de almacenamiento, su uso tiene cierto riesgo, ya que no permite responder a los imprevistos.
- El inventario máximo: marca la cantidad máxima de materias primas y productos que se pueden almacenar en los depósitos, sin sobrepasar su capacidad ni generar problemas logísticos.
Según su forma
Esta división clasifica los tipos de inventario de acuerdo a su forma. Entre ellos tenemos:
- El inventario físico: que registra todos los bienes tangibles que ocupan un espacio y se pueden contar a mano. Se utiliza para mantener el control en los centros de almacenamiento.
- El inventario intangible: es aquel que no se puede tocar con las manos, como las licencias de software, las marcas, los derechos de autor y las cuentas bancarias.
Según su ubicación
Esta modalidad clasifica los tipos de inventario de acuerdo su lugar de almacenamiento en el depósito. Entre ellos tenemos:
El inventario ABC: que divide los productos y materias primas según su relevancia o en función de la velocidad de reposición. Por ejemplo, las existencias de tipo A, que son las más importantes, se ubican en el lugar más protegido del almacén o en un sitio de fácil acceso, en el caso de tratarse de mercancías con mucho movimiento. En tanto, las del tipo B y C, que tienen menos valor o salida, se colocan en espacios menos privilegiados.
¿Por qué es importante una buena gestión y clasificación del inventario?
El control del inventario es clave como mecanismo de orden e inspección dentro de la empresa. Sirve para detectar robos y desapariciones, y evita que los productos se dañen o queden obsoletos con el paso del tiempo por falta de rotación.
Su gestión permite conocer la demanda y garantiza un abastecimiento adecuado, lo que redunda en una mayor satisfacción y fidelización de los clientes, al evitar las demoras en las entregas.
Por otro lado, la clasificación adecuada según los tipos de inventario ayuda a ahorrar costos de almacenamiento, mejora la relación con los proveedores y ofrece una ventaja competitiva, al minimizar los riesgos.
También facilita la gestión de compras, al brindar información sobre los bienes y recursos que la compañía necesita para desarrollar sus actividades y asegurar su disponibilidad.
Además, el ajuste de inventario optimiza la eficiencia operativa y permite ofrecer respuestas más rápidas ante mudanzas en los requerimientos o la aparición de situaciones inesperadas.
¿Cómo decidir qué tipo de inventario usar?
La utilización de una modalidad de stock en detrimento de otra depende de varios factores. Entre los principales se encuentran la actividad a la que se dedica la compañía, su modelo de negocio y los recursos disponibles para ponerlo en marcha.
Por ese motivo, antes de optar por un tipo de inventario, es indispensable analizar su finalidad, la dinámica de las operaciones y las necesidades logísticas específicas de cada emprendimiento.
Por ejemplo, en un depósito con poco movimiento, un stock con control periódico será suficiente. En cambio, en almacenes con gran cantidad de mercaderías y mucha rotación, lo ideal es contar con un inventario que se actualice al instante.
Para esto último, lo mejor es apostar por la automatización de procesos. Por ejemplo, la implementación de un sistema de gestión en la nube permite llevar un registro ordenado de todas las actividades que se desarrollan en la compañía y consultar la información en cualquier momento y desde cualquier lugar.
Entre ellos, los sistemas MRP (Material Requierement Planning), están diseñados específicamente para gestionar el inventario y los materiales de fabricación, con el fin de mejorar la producción y la distribución de los productos y servicios.
Por otro lado, si preferís una plataforma de gestión integral para tu empresa, Xubio es una solución completa en la nube que facilita el control del inventario desde un solo lugar, el cual se actualiza con cada compra y venta.
Además, su plataforma ofrece servicios de contabilidad en línea, emisión de facturas electrónicas, manejo de las cuentas a cobrar, liquidación de sueldos, ajustes por inflación automáticos y reportes de ventas y datos financieros.
En conclusión
Elegir el tipo de inventario adecuado garantiza el correcto funcionamiento de las operaciones, al permitir que cada área cuente con los bienes necesarios para realizar sus actividades. Además, es clave para reducir costos y mejorar la eficiencia.
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