Las sociedades comerciales en Argentina son una de las formas jurídicas más utilizadas para organizar e iniciar un negocio. Conocer qué son, qué tipos hay y cuáles son sus características es clave para elegir la figura más adecuada para tu empresa. Hoy te damos todos los detalles ¡seguí leyendo para enterarte!
¿Qué es una sociedad comercial?
Según la Ley General de Sociedades (N° 19.550), una sociedad comercial permite a emprendedores y PyMEs definir derechos, obligaciones y responsabilidades entre socios, así como operar dentro del marco legal. Pero en concreto ¿qué son las sociedades comerciales?
Se trata de una entidad legal que formaliza el acuerdo por el cual dos o más personas se asocian realizando aportes, ya sea en dinero, bienes o trabajo, para llevar adelante una actividad económica y repartir sus ganancias.
Por ejemplo, si dos contadores independientes deciden abrir un estudio, pero trabajan de manera informal, ambos responden con su patrimonio personal ante deudas o problemas. En cambio, al constituir una sociedad comercial, supongamos una S.R.L., el riesgo queda limitado al capital aportado y el negocio adquiere una identidad jurídica propia, independiente de cada socio.
Así, al iniciar una sociedad comercial tu emprendimiento pasa de ser un proyecto individual a transformarse en una persona jurídica independiente, con derechos y obligaciones propios frente a terceros.

¿Cuáles son los tipos de sociedades comerciales en Argentina?
Como vimos antes, la Ley 19.550 reconoce distintas formas jurídicas para organizar un negocio. Cada una tiene requisitos, niveles de responsabilidad y ventajas distintas. A continuación, hacemos un repaso por lo distintos tipos de sociedades comerciales reconocidas en Argentina, para ello, las clasificamos en tres grupos:
- Sociedades de personas.
- Sociedades por acciones.
- Sociedades por cuotas.
Sociedades de personas
Este tipo de sociedad comercial se caracteriza por el vínculo personal entre los socios que suele ser lo más importante, ya que la entrada o salida de uno de ellos afecta de forma significativa la existencia de la sociedad en sí.
Dentro de este grupo encontramos los siguientes tipos de sociedades comerciales:
- Sociedad Colectiva (S.C.): esta se forma entre dos o más socios que administran y responden de manera ilimitada y solidaria por las deudas. Si bien no requiere capital mínimo, es poco usada hoy porque no protege el patrimonio personal.
- Sociedad en Comandita Simple (S.C.S.): combina socios comanditados (administran y responden ilimitadamente) y comanditarios (aportan capital y responden hasta ese aporte). En este caso, se requiere al menos un socio de cada tipo. Tampoco tiene capital mínimo.
- Sociedad de Capital e Industria (S.C.I.): esta se integra con socios que aportan capital y otros que solo aportan trabajo. Los primeros responden ilimitadamente, mientras que los segundos solo con su aporte de trabajo. Es una figura poco frecuente en Argentina.
Sociedades por acciones
En estas sociedades lo más importante es el capital, ya que se divide en acciones que representan la participación de cada socio, quienes limitan su responsabilidad al aporte realizado. Son formas jurídicas ideales para empresas con proyección de crecimiento o que buscan financiamiento externo.
En este grupo podemos encontrar:
- Sociedad Anónima (S.A.): el capital se divide en acciones y la responsabilidad está limitada al aporte de cada socio. En estas sociedades el capital mínimo suele ser elevado y la forma de administración es mediante asamblea de accionistas y directorio. Es una figura jurídica recomendable para proyectos grandes o con proyección de inversión.
- Sociedad Anónima Unipersonal (S.A.U.): es una variante de la S.A. con un único accionista. Por ello debe cumplir los mismos requisitos que una S.A., incluyendo capital mínimo y órganos de administración. Está pensada para empresas grandes que necesitan una sociedad con un único titular.
- Sociedad en Comandita por Acciones (S.C.A.): es similar a la comandita simple, pero el capital se divide en acciones. Los socios comanditados responden ilimitadamente y administran, mientras que los comanditarios solo aportan capital.
- Sociedad Anónima Simplificada (S.A.S.): este tipo de sociedad comercial fue creada en 2017 para fomentar el emprendedurismo. Puede ser unipersonal o con varios socios y se destaca por ser de constitución rápida y digitalizada (según la jurisdicción), su gran flexibilidad y un capital mínimo bajo para comenzar. Por eso es ideal para startups y PyMEs que buscan formalizarse rápido.
Sociedades por cuotas
Una de las principales características de las sociedades comerciales por cuotas es que el capital se divide en cuotas sociales. Además, en estas se limita la responsabilidad de los socios al aporte realizado y requieren menos formalidades que una sociedad por acciones.
El único tipo de sociedad por cuotas que existe por el momento es la Sociedad de Responsabilidad Limitada (S.R.L.). Esta es una forma societaria que combina características de las sociedades por acciones y las sociedades de personas.
Puede tener de 2 o 50 socios, mientras que su administración puede realizarse a través de una gerencia compuesta por una o varias personas, sean o no socias. Mientras que la transferencia de cuotas está restringida, ya que requiere aprobación de los demás socios.

¿Cuáles son las características de las sociedades comerciales?
Si bien vimos que existen diferentes tipos de formas societarias, todas se apoyan en un conjunto de rasgos básicos que las distinguen frente a otros modos de organización, como pueden ser las asociaciones civiles o los emprendimientos unipersonales.
Estas características de las sociedades comerciales son las que les otorgan validez jurídica y seguridad a quienes forman parte de ellas. Así, las principales son:
Contrato social o estatuto
La sociedad comercial nace a partir de un acuerdo formal entre dos o más personas, o incluso una sola, como en el caso de las sociedades unipersonales. Ese contrato, que puede llamarse estatuto en algunas ocasiones, establece aspectos centrales sobre el modo en que se ejerce esa sociedad, como los aportes de los socios, la forma de administración, distribución de utilidades o resolución de conflictos.
Por ejemplo, en una S.R.L. dos socios pueden pactar que cada uno va a aportar $500.000 y que la gerencia la ejercerá solo uno de ellos.
Inscripción en el Registro Público de Comercio
Para tener personería jurídica y operar legalmente, toda sociedad comercial en Argentina debe inscribirse en el Registro Público de Comercio, dependiente de las Inspecciones Generales de Justicia o equivalentes provinciales.
Esa inscripción es lo que convierte a la sociedad en un sujeto de derecho distinto de sus socios, con patrimonio y obligaciones propias.
Objeto social y fin económico
Todos los tipos de sociedades comerciales deben declarar un objeto social, es decir, la actividad principal que desarrollará, por ejemplo, “venta de indumentaria online” o “fabricación de muebles”.
El fin último es generar utilidades y distribuirlas entre los socios, es decir, se trata de un fin económico, a diferencia de las asociaciones sin fines de lucro, que reinvierten todo en su objeto social.
Aportes de los socios
En las sociedades comerciales cada socio se compromete a realizar un aporte, este puede ser en dinero, bienes o incluso trabajo, según sea el tipo de sociedad. Tales aportes conforman el capital social, en otras palabras, la base patrimonial con la que la empresa puede iniciar sus actividades.
Responsabilidad frente a terceros
Dependiendo del tipo de sociedad, los socios responden con todo su patrimonio personal (responsabilidad ilimitada) o solo hasta el monto de sus aportes (responsabilidad limitada). Tener en cuenta esta característica es clave a la hora de elegir la figura jurídica adecuada para tu negocio.
Órganos de administración y control
En todos los tipos de sociedades comerciales existe una forma de administración. Según la clase de sociedad que sea, esta puede estar administrada por un socio gerente, un directorio o los propios socios en conjunto. En sociedades más grandes, como la S.A., se prevén órganos de control como la sindicatura o auditorías externas.
Duración y disolución
Por lo general, al momento de crear una sociedad comercial en Argentina se fija un plazo de duración en el contrato social, por ejemplo, 30 años. Sin embargo, la sociedad puede disolverse antes si así lo deciden los socios o por causas legales, ya sea quiebra, incumplimiento del objeto, reducción del capital, etc.

¿Cómo elegir la sociedad comercial adecuada para tu negocio?
Elegir la sociedad comercial correcta es un paso clave para la formalidad y legalidad de tu negocio, pero también es una forma de proteger tu patrimonio y planificar el crecimiento futuro de tu emprendimiento.
Para tomar la decisión adecuada, hay varios factores a considerar, entre ellos:
- Número de socios: hay que considerar si se arranca solo o con pocos socios, ya que algunas figuras permiten mayor flexibilidad, por ejemplo la S.A.S., mientras que otras requieren un número mayor de integrantes, como las S.R.L. o las S.A.
- Capital disponible: algunas sociedades, como la S.A., exigen un capital mínimo elevado, mientras que otras, como la S.A.S., permiten iniciar con montos más bajos y, por lo tanto, más accesibles.
- Proyección de crecimiento: si tenés pensado expandirte, incorporar socios o recibir inversión externa, las sociedades por acciones (S.A., S.A.U.) ofrecen más ventajas.
- Transferencia de participaciones: si está en tus planes vender o ceder tu participación en el corto o mediano plazo, las acciones son más fáciles de transferir que las cuotas.
- Costos y formalidades: hay que considerar también los gastos de constitución, requisitos legales y carga administrativa según el tipo de sociedad.
En conclusión
Conocer los distintos tipos de sociedades comerciales que hay en Argentina y sus características te permite decidir mejor y transformar tu negocio en una empresa sólida, que opera legalmente y que está lista para enfrentar desafíos y aprovechar las oportunidades del mercado.
Pero más allá del tipo de sociedad comercial que decidas constituir vas a necesitar mantener las finanzas y la contabilidad en orden. En este sentido, es vital llevar libros contables al día, presentar balances y cumplir con obligaciones fiscales y societarias.
Precisamente, la tecnología puede simplificar todo el proceso, centralizando registros y automatizando asientos contables y balances. Por ejemplo, al usar un software de gestión podés ahorrar tiempo, minimizar errores y tener toda la información disponible para tomar decisiones más efectivas, sin importar el tipo de sociedad que elijas.
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