El ratio de apalancamiento puede ayudar a que tu negocio crezca más rápido. Sin embargo, si no se utiliza de manera inteligente, también puede poner en riesgo su estabilidad económica a futuro.
A continuación vamos a contarte qué es, cómo se calcula, los tipos que hay y cuáles son sus beneficios y desventajas. ¡Seguí leyendo!
¿Qué es el ratio de apalancamiento?
El ratio de apalancamiento es una métrica financiera que evalúa el nivel de deuda de una compañía, en comparación con sus propios capitales y activos. Se utiliza para conocer la forma en que una organización costea sus operaciones y analizar su capacidad de cumplir con las obligaciones que tiene pendientes.
En general, este indicador se expresa como porcentaje. Un valor alto marca una mayor dependencia de los fondos de terceros para financiar las actividades y un riesgo de quiebra superior, en especial en períodos de volatilidad económica. En cambio uno pequeño se asocia a una actitud más conservadora de desarrollo, mediante el uso del propio patrimonio.
Si bien el ratio de apalancamiento ideal varía según la industria y los objetivos financieros de la empresa, en la mayoría de los casos se considera elevado cuando supera el 50% y bajo cuando es inferior al 25%.
No obstante, para garantizar una lectura clara de este índice, se recomienda comparar los datos con los de otras compañías del mismo sector y con los propios resultados históricos.

¿Para qué sirve el ratio de apalancamiento?
El ratio de apalancamiento es utilizado por inversores y entidades financieras para medir el riesgo de un emprendimiento. El mismo permite analizar su salud económica y su potencialidad para hacer frente a los compromisos asumidos.
Mediante su cálculo los gestores de crédito pueden determinar la viabilidad de una inversión, identificar patrones de endeudamiento y estimar el tiempo que les llevará obtener un retorno del capital aportado.
Su uso también posibilita realizar comparaciones entre distintas iniciativas y definir cuál tiene más chances de generar beneficios económicos.
En tanto, para las empresas, el ratio de apalancamiento sirve para realizar inversiones mayores, que no se podrían llevar adelante únicamente con recursos propios.
De esta manera, estas pueden operar con más capital, expandirse y aumentar su rentabilidad, con la esperanza de que los beneficios que obtendrán en el futuro les permitirán superar los costos del financiamiento adquirido.
Tipos de ratio de apalancamiento
El ratio de apalancamiento puede ser financiero u operativo. Ambos tipos se diferencian en sus objetivos, metodologías de trabajo y los riesgos que implican.
El ratio de apalancamiento financiero apunta aque la empresa cuente con mayor dinero para invertir en proyectos y actividades, más allá de los propios fondos que tiene disponibles.
Para ello, analiza cómo el uso de capital externo puede afectar su economía, y los principales peligros de asumir una deuda y el pago de intereses para financiar sus operaciones.
Por su parte, el ratio de apalancamiento operativo tiene como meta incrementar los beneficios de la compañía mediante un aumento de las ventas.
En ese camino, examina cómo los costos fijos y las variaciones en la demanda influyen en su rentabilidad.

¿Cómo se calcula el ratio de apalancamiento?
La fórmula del ratio de apalancamiento más utilizada es la que mide la relación entre la deuda y los activos de una compañía. La misma se expresa de esta manera:
Ratio de Apalancamiento = (Pasivo Total / Patrimonio Total) x 100
Tomemos el caso de una empresa que tiene $100.000 en bienes, derechos y recursos, y $50.000 en deudas, tanto a corto como a mediano y largo plazo. El índice se calcularía siguiendo estos pasos: 50.000 / 100.000 = 0,5 x 100 = 50.
Así, el ratio de apalancamiento sería del 50%, lo que en general se considera alto.
Por otro lado, para evaluar inversiones, la fórmula que se usa es:
Ratio de Apalancamiento = (Deuda adquirida / Valor propio invertido) x 100
Veamos el ejemplo de un ecommerce que analiza renovar su stock de mercaderías por un costo de $75.000, pero no cuenta con capital propio suficiente para hacerlo. En sus fondos tiene solo $60.000 y decide tomar un préstamo por $15.000 para concretar la operación.
Para evaluar su viabilidad, aplica la fórmula del ratio de apalancamiento: 15.000 / 60.000 = 0,25 x 100 = 25.
El resultado sería del 25%, lo que se considera bajo.
Beneficios del ratio de apalancamiento
Por lo general, las compañías emplean una combinación de capital propio y dinero externo para financiar sus operaciones. En este contexto, el ratio de apalancamiento ofrece muchos beneficios, tanto para las organizaciones como para las entidades bancarias.
Entre los principales se encuentran:
- Ayuda a los inversores a medir el riesgo de un negocio y decidir si vale la pena o no apostar en él.
- Posibilita a las empresas gestionar sus niveles de deuda y predecir el flujo de caja que tendrán en el futuro.
- Facilita la distribución del capital en una mayor variedad de activos, lo que disminuye la dependencia a un único emprendimiento.
- Permite ampliar la capacidad de inversión y multiplicar la rentabilidad de un proyecto, en comparación con lo que se obtendría solamente con el uso del propio patrimonio.
- Ayuda a financiar oportunidades de negocio estratégicas que surgen sobre la marcha y requieren de inversión inmediata.
- Flexibiliza la gestión de los recursos, al poder utilizar dinero externo para costear las actividades diarias o superar situaciones de crisis.
Por ejemplo, mismo en el caso en que un emprendimiento tenga deudas pendientes, si el ratio de apalancamiento es bajo los prestamistas sabrán que vale la pena aportar dinero.
Por otro lado, este índice también es útil como barrera para la inflación y permite incrementar la liquidez disponible y el ROI (retorno de la inversión).
Además, en determinados contextos posibilita acceder a beneficios fiscales que disminuyen la carga legal e impositiva de la compañía. Esto se debe a que los intereses del préstamo se consideran un gasto y pueden ser deducidos.

Desventajas del ratio de apalancamiento
A pesar de todos estos beneficios, el uso del ratio de apalancamiento también tiene algunas contras. Entre ellas se destacan:
- Aumenta la inseguridad administrativa y económica, al depender de préstamos para costear las operaciones.
- Si el proyecto fracasa el perjuicio será mayor, ya que además de perder el capital propio habrá que hacerse cargo de la deuda adquirida.
- Limita la planificación del presupuesto, debido a que una parte de los ingresos debe destinarse al pago de los intereses del empréstito.
- La presión sobre la compañía para generar ganancias es mayor, al haber una necesidad imperiosa de cubrir los costos del endeudamiento. Esto puede incrementar el síndrome del burnout y los casos de renuncia silenciosa entre los empleados.
Por otro lado, el ratio de apalancamiento también puede afectar la calificación crediticia de la organización, lo que genera una mayor dificultad para acceder a nuevas fuentes de financiación y tasas de interés más altas.
¿Cómo sacar provecho al ratio de apalancamiento?
Como vimos, el ratio de apalancamiento puede impulsar el crecimiento de un negocio, al facilitar el acceso a nuevas y mayores inversiones, pero también puede aumentar la exposición a posibles riesgos económicos, como consecuencia del endeudamiento.
Si bien en estos casos el riesgo financiero se comparte con el prestamista, las posibilidades de quiebra son mayores. Además, su uso puede provocar conflictos entre los accionistas de la compañía y sus acreedores, al enfrentar diferentes intereses y puntos de vista a la hora de tomar decisiones.
En ese contexto, para sacarle el máximo provecho al ratio de apalancamiento lo ideal es contar con un plan de negocios claro, con objetivos, estrategias de acción y tiempos bien definidos.
También es importante armar un presupuesto previo, con metas medibles y específicas, que sirva como guía para las operaciones y ayude a administrar los recursos y controlar los gastos y los ingresos de la compañía.
Por último, al momento de elegir un préstamo, es fundamental analizar sus costos, los plazos de pago, los tipos de intereses y sus posibles fluctuaciones. También hay que evaluar la volatilidad del mercado, los movimientos de la competencia y el contexto económico general, para garantizar que la empresa está en condiciones de asumir sus obligaciones.
En conclusión
El ratio de apalancamiento es un indicador que analiza las deudas de una empresa en comparación con sus propios capitales y activos. Su uso permite a las entidades crediticias evaluar la viabilidad de un proyecto y a las empresas acceder a mayores inversiones para acelerar su crecimiento.
De esta manera, estas pueden mejorar su rentabilidad y competitividad sin depender exclusivamente de fondos propios. No obstante, un uso inadecuado puede generar altos niveles de endeudamiento y poner en riesgo su supervivencia a largo plazo.
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