El desgaste profesional puede aparecer o acentuarse en época de cuarentena. Los cambios de rutina pueden agregar ansiedad y angustia que se pueden prevenir tomando algunas precauciones. Casi la mitad de la humanidad se encuentra en confinamiento obligatorio y se estima que más de 3.000 millones de personas están aisladas en sus casas. Las prohibiciones de circulación varían en más o menos rígidas según el país o la región de la que estemos hablando.
Esta situación nos exige replantear nuestra forma de trabajo en la medida de lo posible recurriendo al teletrabajo como una modalidad segura para enfrentar el aislamiento. En este contexto donde surgen nuevas exigencias e incertidumbre, nuestro estado emocional puede sentirse afectado. Pero tomando las precauciones necesarias podremos evitar el desgaste extra que nos puede generar este nuevo escenario y hasta ofrecer la oportunidad de mejorar nuestra salud emocional.
Qué es el desgaste profesional y cómo prevenirlo.
El “Síndrome de Burnout” comprende ese estado de agotamiento físico, mental o emocional que puede generar la pérdida de interés por las tareas que realizamos y la responsabilidad. Se podría traducir como esa sensación de sentirse “quemado” o “fundido” que seguramente en alguna oportunidad de tu vida ya conociste. Se puede presentar en diferentes ámbitos como el personal, social, de estudio o profesional.
Algunas de las causas que pueden generar llegar a este estado emocional:
- Falta de control sobre horarios, carga de trabajo u otros que factores que influyen en el desarrollo del trabajo
- Desequilibrio entre vida social, familiar y laboral
- Trabajo muy monótono o por el contrario muy caótico que contribuyen al agotamiento físico o mental
- Expectativas poco claras en cuanto a lo que se espera como resultado del trabajo
- Sensación de aislamiento
El líneas generales es la sensación de letargo emocional, sobrecarga de tareas repetitivas y que se perciben como «poco enriquecedoras» del estado de ánimo. El desgaste profesional trae aparejado no solamente el declive natural del desempeño laboral sino que repercute en múltiples áreas de nuestras vidas, sobre todo en el ámbito familiar y la salud.
Algunas señales de alerta a tener en cuenta para prevenir daños en el largo plazo son:
- Irritabilidad, impaciencia, deshumanización en el trato con compañeros de trabajo o clientes, cinismo y crítica no constructiva hacia su trabajo
- Falta de energía, desmotivación para empezar a trabajar
- Sentimiento de desilusión, falta de satisfacción, frustración y disminución del autoestima personal
- Manifestación de malestares físicos como dolor de cabeza, espalda, entre otros, sin causa aparente
- Consumo en forma excesiva de comida, estimulantes, analgésicos, alcohol o drogas para sentirse mejor.
Cómo prevenir el desgaste profesional.
Como todo en la vida, existe una forma de resolver este problema silencioso que perjudica a todos por igual, en formas sencillas pero efectivas.
Replantear tu forma de trabajo.
Las nuevas tecnologías nos dan una oportunidad única de replantear la forma en que llevamos a cabo nuestra labor. Hoy en día tenemos la posibilidad de aprovechar al máximo las herramientas de que nos dan Google, Microsoft y otras empresas que proveen soluciones en línea y nos permiten trabajar a la distancia y conectados. A través de videollamadas, gestión de archivos compartidos podremos conectarnos con nuestros compañeros de trabajo y por qué no con nuestros clientes.
Sin embargo, trabajar desde casa puede ser un desencadenante de malos hábitos (pasar demasiadas horas sentado, trabajar hasta altas horas o fuera de horario) que contribuyan al desgaste. Establecer rutinas caseras similares a las que llevamos en la oficina y realizar nuestras tareas en forma saludable, es clave para evitar el estrés.
Reducir la lista de pendientes al mínimo.
Acumular una lista con tareas para llevar a cabo en el día a día siempre es una excelente forma de organización, a menos que esta lista tenga más de 3 a 5 ítems diarios. Una carrera profesional exitosa y un desempeño óptimo están íntimamente ligados a alcanzar metas pero esto solo puede lograrse con una capacidad de concentración adecuada.
Las listas enormes resultan abrumadoras y esa sensación de que nunca se terminan los quehaceres a menudo conlleva a la sensación de parálisis y procrastinación. Lo ideal es manejar un volumen de responsabilidad diario que se posible de controlar y ejecutar con precisión y responsabilidad. Menos es más.
Pensar en el futuro viviendo en el presente.
Todo persona que se tome en serio su carrera tiene grandes sueños y ambiciones por alcanzar, pero para lograrlo y evitar el desgaste profesional es imprescindible sacar el máximo provecho del «ahora». Una forma de lograrlo es utilizar el método SMART para poder trazar un camino que conduzca a la obtención del objetivo.
El método SMART se basa en dividir las grandes metas en pequeñas tareas a llevar a cabo en el corto y mediano plazo en forma:
Specific: Específica.
Measurable: Medible.
Attainable: Alcanzable.
Relevant: Relevante o realista.
Time-Bound: En un determinado período de tiempo.
Resignifica el éxito.
En lugar de pasar meses o años «corriendo detrás de la zanahoria», muchas veces es más sano modificar el concepto de lo que se entiende por éxito, resignificarlo. Esto lleva a disfrutar más del día a día y poder volver a «enamorarse» de la profesión y de nuestro lugar de trabajo.
Resignificar el éxito puede ser, conocer más y mejor a compañeros y colegas de la empresa, pasarla mejor durante las horas trabajadas, administrar el tiempo para estar más cerca de la familia y amigos o colaborar en equipos.
Encontrar desahogo creativo.
No todo en la vida es trabajo y el desgaste profesional se produce justamente por tener este tipo de mentalidad orientada únicamente a este aspecto de la vida. Comenzar o retomar un hobby de juventud, realizar actividad física en casa, o distraerse con series o videojuegos son buenas iniciativas para descomprimir el estrés.
El tiempo dedicado al ocio solitario o compartido, es fundamental para la liberación de hormonas como la serotonina. Esta hormona es frecuentemente conocida como la «hormona de la felicidad» ya que es la que más influye en el estado de ánimo.
Detectar el desgaste profesional a tiempo es fundamental para evitar problemas que afecten a la salud en el largo plazo, y para poder llevar un día a día disfrutable y productivo.
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