En colaboración con el equipo de Xubio, te presentamos este artículo donde abordaremos los pasivos corrientes y todo lo que necesitás conocer acerca de este asunto. ¿Cuáles son las obligaciones corrientes? ¿Cuándo se considera un pasivo corriente y cómo se calculan? ¿Cuáles son los ejemplos más comunes dentro de una empresa?
Te responderemos a estas preguntas y a muchas más en pocos minutos, ¡seguí leyendo!
¿Qué son los pasivos corrientes?
En términos contables, los pasivos son todas aquellas deudas u obligaciones que una empresa debe cumplir. Los pasivos se dividen inicialmente en dos subcategorías: pasivos corrientes y pasivos no corrientes.
Los pasivos corrientes son las deudas y obligaciones que la empresa debe cumplir o pagar en el corto plazo, es decir, en un período inferior a un año o al ciclo operativo normal de la entidad.
El principal rasgo de los pasivos corrientes es su temporalidad, que indica que la compañía tiene la obligación de saldar estas obligaciones a corto plazo. Por ejemplo, si una compañía adquiere materia prima a crédito, la obligación con el proveedor se convierte en un pasivo corriente ya que se anticipa su pago en los próximos 30, 60 o 90 días.
¿Cómo calcular los pasivos corrientes?
Para obtener el total de los pasivos corrientes, se deben sumar todo el saldo deudor y obligaciones a corto plazo de la empresa. Esto se puede hacer revisando el balance general y buscando las partidas correspondientes a pasivos corrientes.
A continuación, te dejamos un artículo de nuestro blog donde te contamos todo lo que necesitas saber sobre el saldo deudor y acreedor de tu empresa. Lo podés leer haciendo click aquí.
La estructura básica o fórmula para calcular los pasivos corrientes es la siguiente:
Pasivo corriente = Deudas financieras a corto plazo + Proveedores y acreedores + Deudas con el personal + Obligaciones fiscales (impuestos) + Deudas por operaciones específicas + Otros pasivos (como operaciones tarjetas de crédito)
En términos prácticos, el proceso para calcular los pasivos corrientes consiste en identificar cada una de estas obligaciones y sumarlas.
Es fundamental contar con un sistema contable actualizado que permita clasificar y seguir las deudas a corto plazo de manera eficaz, tal como Xubio.
Ejemplo:
Supongamos que una empresa tiene los siguientes pasivos en su balance general:
- Préstamos bancarios a corto plazo: $100.000
- Cuentas por pagar a proveedores: $50.000
- Sueldos que se adeudan: $150.000
- Impuestos prontos a vencerse: $1.000.000
En este caso, el cálculo de los pasivos corrientes sería:
Pasivos Corrientes = 100.000 + 50.000 + 150.000 + 1.000.000= $1.300.000
El total de un millón trescientos mil pesos $1.300.000 representa la suma de todas las deudas de la empresa que deben ser pagadas dentro de un año, conformando los pasivos corrientes de la misma.
Ejemplos de pasivos corrientes
Tal como se mencionaron en la fórmula anteriormente, algunos ejemplos comunes de pasivos corrientes son:
- Cuentas por pagar y proveedores: esta categoría está compuesta por las deudas derivadas de la compra de insumos o mercancías que la empresa utiliza y forman parte del pasivo corriente. Cuando una empresa compra productos a crédito o recibe servicios sin pagar de inmediato, esa deuda se clasifica como cuentas por pagar.
- Títulos valores a corto plazo: son las deudas documentadas en efectos, es decir, las letras de cambio, pagarés y demás documentos comerciales que la empresa debe pagar en un plazo inferior a un año.
- Préstamos bancarios a corto plazo adquiridos por la empresa.
- Acreedores por prestación de servicios: deudas por la prestación de servicios a la empresa u organización.
- Remuneraciones pendientes de pago: en este caso, la cuenta está integrada por aquellas remuneraciones que la empresa ha de pagar en un plazo de tiempo inferior a 1 año. Como las de los empleados (salarios, bonos o indemnizaciones que se deben pagar en el corto plazo).
- Impuestos que la empresa adeuda, programados para ser pagados en menos de un año.
¿Cuándo un pasivo es corriente?
El criterio principal para determinar si un pasivo es corriente o no se basa en la temporalidad, es decir en el tiempo de vencimiento de la obligación. Un pasivo se clasifica como corriente cuando la empresa tiene la obligación de liquidarlo en un plazo inferior a un año o dentro del ciclo operativo normal de la empresa, lo que ocurra primero.
Este ciclo operativo se refiere al tiempo que le toma a la empresa adquirir inventarios, vender productos y recibir pagos de los clientes.
Los criterios clave para clasificar un pasivo como corriente son:
- Plazo de vencimiento: Si la deuda u obligación se vence en menos de 12 meses o del ciclo operativo de la empresa, se considera corriente.
Si el ciclo operativo de la empresa tiene más duración que un año, cualquier deuda que deba pagarse en menos de ese ciclo se considerará pasivo corriente. - Renovación o refinanciación de la deuda: Si una deuda a corto plazo se refinancia o se puede extender más allá del año, puede que ya no se clasifique como corriente.
Conclusión
Los pasivos corrientes son una parte esencial de los pasivos de una empresa y reflejan las obligaciones y deudas que deben ser saldadas con más urgencia, debido a la proximidad de su vencimiento y a sus características temporales. Incluyen desde cuentas por pagar, hasta préstamos, obligaciones fiscales, salarios y otros compromisos financieros que deben ser atendidos de forma urgente.
Calcular los pasivos corrientes es relativamente simple, pero requiere en principio clasificar de manera detallada las deudas a corto plazo en los estados financieros de una empresa. Conocer y entender los pasivos corrientes es fundamental para que puedan gestionar adecuadamente su flujo en efectivo, asegurarse de que tienen suficiente capital para hacer frente a sus obligaciones a corto plazo y mantener la confianza de sus inversionistas y acreedores. Además, la correcta gestión de los pasivos corrientes ayuda a las empresas a tomar decisiones informadas sobre su estado financiero y a cumplir sus obligaciones correctamente.
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