El éxito empresarial se suele plantear como el destino a llegar cuando se crea un negocio. Sin embargo, lograrlo no es tan sencillo. Por eso es importante conocer las principales claves para alcanzarlo. Precisamente, de eso vamos a hablar en este artículo. ¡Seguí leyendo!
Es probable que no exista un único camino hacia el éxito empresarial porque lo que funciona en algunas organizaciones, en otras puede no dar resultados.
Nuestra intención hoy no es compartir recetas infalibles para alcanzar el éxito empresarial, sino darte algunas claves que pueden orientarte hacia ese objetivo.
¿Qué es el éxito empresarial?
Siendo muy honestos, responder qué es el éxito empresarial no es tan sencillo como buscar la definición en un diccionario. O puede que sí, pero seguramente la explicación que encontremos no represente la idea de éxito de todos los emprendedores.
¿Qué te motivó a crear tu negocio? ¿Qué esperabas obtener al emprender? Posiblemente, la respuesta a esa pregunta sea tu propia definición de éxito empresarial.
Sin embargo, para aproximarnos a una definición desde este artículo, podemos decir que toda persona que emprende tiene expectativas, sueños y ambiciones puestas en esa idea de negocio. Alcanzarlas determina, de alguna manera, el éxito de ese emprendimiento.
Ahora bien, está claro que un negocio exitoso tiene que generar rentabilidad. Debe ser una compañía que brinde beneficios a sus propietarios. Esa es la parte más tangible del éxito empresarial.
Pero también, antes hablamos de sueños y ambiciones y no todos ellos se relacionan al factor económico. Entonces, podríamos pensar que hay distintos tipos de éxito empresarial. Veamos cuáles son a continuación.
Tipos de éxito empresarial
¿Qué tipos de éxito empresarial existen? Una forma de clasificarlos sería la siguiente:
Éxito económico
Quizás, esta sea la primera forma de éxito que se nos viene a la mente cuando lo relacionamos con una empresa. Se trata de la capacidad del negocio para generar un retorno de la inversión consistente. Lo que brinda riqueza al dueño de la compañía y a los inversores. A su vez, proporciona estabilidad y seguridad de cara al futuro.
Éxito personal
Esta forma de éxito está muy relacionada al hecho de tener una idea y materializarla en un negocio que da rentabilidad. Es la satisfacción que está implícita en el acto de crear algo y que funcione.
Para muchos emprendedores este es el principal motor para iniciar sus negocios: pasar de la idea a la acción y que eso dé como resultado un producto o servicio que las personas quieran consumir.
Éxito social
Este tipo de éxito empresarial se mide en función del beneficio que genera la empresa en la sociedad. Es decir, en lo que le aporta a las personas y al entorno.
Por ejemplo, puede verse como las oportunidades de inserción laboral que produce el negocio en una determinada comunidad o las acciones de responsabilidad social que implemente, entre otras prácticas.
6 claves para lograr el éxito empresarial
Ahora que ya tenemos una noción más clara sobre el tema, es momento de conocer las principales claves del éxito empresarial.
1- Conocer a fondo el mercado
Al momento de emprender, una de las recomendaciones básicas es crear un plan de negocio. Esto aplica a cualquier momento dentro de la vida útil de la empresa. Es decir que sí iniciaste sin un plan, siempre es un buen momento para crearlo.
Una parte fundamental de ese plan consiste en estudiar el mercado en el que querés insertar tu producto o servicio. Y esto quiere decir:
- Entender qué problema o necesidad resuelve el bien que vas a vender en el mercado.
- Conocer a tu público objetivo, respondiendo algunas cuestiones elementales:
- ¿Cómo es?
- ¿Qué necesidades y deseos tiene?
- ¿Qué problemáticas enfrenta en relación a ello?
- ¿Cómo interactúa con las marcas?
- ¿Cuál es su comportamiento?
- ¿Cuáles son sus preferencias?
- Investigar el mercado. Esto es de gran ayuda para comprender al cliente objetivo del que hablábamos en el punto anterior, pero también para entender la industria en la que se inserta tu negocio y conocer a tus competidores.
Saber quién es tu competencia y qué acciones lleva a cabo te ayuda a comprender qué es lo que funciona y lo que no. Teniendo en cuenta esto, vas a poder crear una propuesta que te diferencie.
2- Tener una propuesta de valor única
Las mejores empresas tienen productos o servicios que se diferencian de aquellos que vende su competencia. Esto tiene un impacto significativo en el potencial de crecimiento de un negocio y permite transmitir un valor único al público objetivo.
Por ello, una de las claves para alcanzar el éxito empresarial consiste en crear una propuesta de valor única. Algo que no solo se relaciona con el producto o servicio que comercializas. Tu diferencial también puede estar, por ejemplo, en el servicio o en la forma de comunicar.
Hay empresas que lograron distinguirse entre el resto por crear una voz de marca única, que las personas identifican fácilmente. Ejemplos muy conocidos sobre esto podemos encontrarlo en marcas como Coca Cola, Apple o Nike.
Si bien lograr eso lleva tiempo, es importante trabajarlo desde el inicio para comenzar a construir un vínculo más sólido con tu público y así distinguirte de la competencia.
3- Planificar de forma estratégica
Conocés tu mercado y tenés una propuesta única ¿qué es lo siguiente? La planificación estratégica. Básicamente, empezar por entender dónde está tu empresa y adónde querés llevarla.
Entonces, el punto de partida es analizar el presente de tu negocio. Lo que implica, entre otras cosas:
- Determinar su estado financiero.
- Establecer con claridad cuáles son los recursos con los que cuenta la empresa, tanto humanos, como económicos y materiales, entre otros.
- Conocer los riesgos y oportunidades y, con base en ello, determinar qué nivel de riesgo se puede asumir.
La segunda parte de la planificación estratégica es definir el punto de llegada. Para eso es clave:
- Establecer los objetivos a alcanzar en el corto, mediano y largo plazo.
- Trazar el plan de acción para conseguir esas metas.
- Definir con claridad qué tareas se deben realizar, quiénes deben hacerlas y en cuánto tiempo.
- Determinar los indicadores que se van a usar para medir los resultados.
4- Elegir a las personas adecuadas
Sin duda, las personas son el recurso más valioso de una empresa. Sin importar el tamaño del negocio, vas a necesitar a los colaboradores indicados. Comenzando, claro está, por tu personal.
Conformar un equipo alineado a los objetivos de la compañía es fundamental para que todos estén en la misma página y los esfuerzos se dirijan hacia un mismo lugar.
Al mismo tiempo, los socios comerciales o partners de los que te rodees también son clave en el proceso de crecimiento de tu negocio. Estos deberían aportar verdadero valor a los procesos de la empresa.
5- Mejorar los procesos
El éxito empresarial va alineado al buen funcionamiento de un negocio. Esto se relaciona directamente con los procesos internos de la compañía. Para mejorarlos es necesario revisar todas las actividades que se realizan en la empresa y encontrar las áreas que necesitan ajustes.
En otras palabras, revisar qué es lo que se hace en el interior del negocio, cómo se hace y quiénes.
Con esta información seguramente aparecerán:
- Tareas que se pueden suprimir u optimizar.
- Recursos mal utilizados que se podrían ahorrar o aprovechar mejor en otras áreas.
- Fallas que se repiten, causando insatisfacción en el personal y en los clientes.
- Gastos innecesarios.
La automatización puede resolver muchas de estas dificultades, sobre todo porque permite hacer más con menos. Lo que ayuda a simplificar las actividades de la empresa y mejorar la calidad de los procesos al reducir los errores.
Por ejemplo, con un software de gestión como Xubio podés automatizar desde tu facturación en línea, el cálculo de impuestos y contabilidad, hasta el control de inventario o los reportes de ventas. Es una herramienta digital todo en uno que simplifica muchos procesos de tu negocio.
Lo mejor de ello es que conseguís reducir tu carga de trabajo operativa para enfocarte en las tareas que contribuyen al crecimiento de tu negocio. De esa forma, podés alcanzar el éxito empresarial.
6- Mantener el enfoque
Entre las causas más comunes por las que las pequeñas y medianas empresas desaparecen sin alcanzar el éxito, está la falta de enfoque.
Estos emprendimientos diversifican demasiado sus actividades antes de haber consolidado su propuesta de valor. En ese afán por abarcar más en el mercado, terminan perdiendo el enfoque en la naturaleza de la compañía.
Mantener el foco lleva a la empresa a gestionar de manera efectiva sus esfuerzos y recursos con un propósito claro y definido. Esto se traduce en una propuesta de producto o servicio de mayor calidad. Lo que a su vez genera un nivel de satisfacción más alto en los clientes. Y esa es la base del crecimiento hacia el éxito empresarial.
En conclusión
Todas las claves que compartimos antes pueden ser muy útiles para orientarse hacia el objetivo. Pero está claro que el éxito empresarial es algo que se construye en el día a día. El problema es que en lo cotidiano hay muchas tareas que realizar. Por lo general, en las pymes, quienes están a cargo gestionan prácticamente todas las actividades del negocio.
Por ello, la recomendación final es delegar esas tareas repetitivas en herramientas digitales, que simplifiquen todo para que te puedas ocupar de hacer crecer tu emprendimiento.
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