El crecimiento empresarial debe ser uno de los objetivos principales de toda compañía para garantizar su supervivencia en el tiempo.
En este artículo vamos a explicarte en qué consiste, cuáles son sus fases, los tipos que hay y por qué es tan importante para el éxito de tu negocio. ¡Seguí leyendo!
¿Qué es el crecimiento empresarial?
El crecimiento empresarial engloba a todo el proceso y las diferentes etapas a través de las cuales una compañía busca incrementar parámetros claves para su desarrollo y subsistencia.
Esto incluye indicadores relacionados con la rentabilidad, la cantidad de clientes, el número de ventas, la infraestructura organizacional y el posicionamiento general de la marca, entre otros factores importantes.
En gran medida, el crecimiento empresarial depende de las estrategias de negocio implementadas, las cuales repercuten de manera directa en los ingresos y las posibilidades de expansión.
Para alcanzarla, se trabaja en la mejora continua de las operaciones, con el fin de cumplir determinadas metas planificadas previamente.
Tipos de crecimiento empresarial
Existen 2 grandes tipos de crecimiento empresarial. Ellos son:
El crecimiento empresarial interno
También llamado de orgánico, es un modelo de crecimiento empresarial basado en los propios recursos. De esta manera, busca maximizar el desarrollo de la compañía desde adentro.
En general es un proceso de expansión más lento, cuyo plan de negocios apunta a mejorar la eficiencia operativa, vender más productos, ahorrar costos y abrir nuevos canales de comercialización.
Es el tipo de crecimiento empresarial que llevan adelante las organizaciones en sus primeros años de gestión y requiere de mucho esfuerzo y planificación.
Su principal ventaja es que se financia con los propios recursos de la compañía, sin necesidad de endeudarse y manteniendo el control de las operaciones. Como contra, al requerir de un mayor tiempo, permite que la competencia pueda escalar posiciones y ganar mercado.
El crecimiento empresarial externo
También llamado de estratégico, es un modelo de crecimiento empresarial basado en fusiones y adquisiciones. Ocurre cuando la compañía llega a su límite de desarrollo orgánico y requiere de una alianza externa con otra organización para generar nuevos productos o expandirse a otros mercados.
En este caso el financiamiento viene de afuera, con los riesgos de endeudamiento que eso implica. También puede haber una pérdida en el control de las operaciones, al quedar en manos de los nuevos accionistas.
Como contrapartida, este tipo de crecimiento empresarial garantiza un rápido desenvolvimiento, una mejora en la competitividad, un ahorro de costos y un acceso veloz a la tecnología, las inversiones y los nuevos clientes.
Sin embargo, en ocasiones pueden generar problemas derivados de las diferentes maneras de trabajar entre los socios, la desconfianza mutua o cuestiones de liderazgo.
Importancia del crecimiento empresarial
El crecimiento empresarial es vital para que un emprendimiento se mantenga saludable y rentable en el tiempo. Entre otros beneficios, permite:
- Aumentar los ingresos y obtener beneficios económicos.
- Mejorar las operaciones y disminuir los gastos.
- Contratar más personal y atraer talento calificado.
- Ayudar en la construcción y el posicionamiento de la marca.
- Expandir la infraestructura y optimizar la logística.
- Aprovechar nuevas oportunidades de negocio.
- Mejorar las condiciones de trabajo y el clima laboral.
- Comercializar más productos y acceder a otros mercados.
Por el contrario, la falta de crecimiento empresarial puede derivar en problemas de financiamiento, una caída en las ventas y en la calidad de los productos comercializados, la falta de recursos y la pérdida de personal valioso.
Fases del crecimiento empresarial
Por lo general, el crecimiento empresarial pasa por 5 etapas bien definidas. Ellas son:
La fase de la existencia
Se da durante el inicio de la compañía, donde el principal objetivo es satisfacer alguna demanda existente, atraer potenciales clientes y aumentar las ventas.
En esta etapa la organización suele ser pequeña, con pocas personas involucradas, y los propietarios se hacen cargo de la mayoría de las tareas.
Es una fase de incertidumbre, con mucha inestabilidad, pero que también permite explorar el negocio y encontrar oportunidades de desarrollo. En ella es importante ser creativos, buscar incrementar la calidad de los productos y mejorar la experiencia de los compradores.
La fase de la supervivencia
Si superó la primera etapa, la compañía demostró que cuenta con un producto viable y una pequeña base activa de clientes. Más allá de eso, la estructura organizativa aún es pequeña, con pocos empleados y servicios, y tiene un alcance limitado.
Un error muy común en esta fase es estancarse en la zona de confort y quedarse con lo conseguido. Sin embargo, para continuar avanzando, el próximo objetivo debe ser crecer en tamaño y mejorar la rentabilidad.
Para ello, es importante medir los riesgos financieros, planificar las inversiones y trabajar en los procesos de comercialización y de fidelización de los clientes.
La fase del éxito
A esta altura del crecimiento empresarial, la compañía ya es rentable y cuenta con una buena presencia en el mercado. El equipo de trabajo es mayor, la organización posee diferentes áreas de operaciones y las responsabilidades están más repartidas.
En esta etapa hay que decidir entre dos opciones: aprovechar lo alcanzado para seguir expandiéndose o mantener todo como está y enfocarse en conservar lo conseguido.
A priori no hay una alternativa que sea mejor que la otra y todo depende del contexto. Antes de tomar una decisión hay que analizar a fondo la situación del mercado, el marco económico y el posicionamiento de la competencia, entre otros factores.
La fase del despegue
En caso de seguir adelante con el crecimiento empresarial, el principal objetivo de esta etapa es buscar la mejor forma de expandirse y de financiar ese desarrollo.
Las alternativas pueden incluir desde la planificación escalonada de las inversiones y el pedido de un préstamo, hasta la firma de una alianza estratégica con otra compañía.
Para poder responder a las nuevas demandas, también es clave que la organización aumente su tamaño. Para ello, los propietarios deben aprender a delegar responsabilidades y trabajar para retener el talento humano.
La fase de la madurez
Tras el despegue, llegó la etapa en que el negocio debe alcanzar su madurez. Esto implica optimizar al máximo las tareas, eliminar las fallas operativas y controlar los gastos y las ganancias.
Es un momento de invertir en nuevas tecnologías digitales, estandarizar y automatizar procesos, trabajar en sistemas de gestión de calidad, innovar y mejorar las herramientas de operación y monitoreo.
Una forma fácil de comenzar esta fase es mediante la implementación de un software de gestión empresarial, que agilice los proyectos y garantice el acceso a información confiable.
Xubio, por ejemplo, es una plataformaen la nube que ofrece servicios de contabilidad en línea, emisión de facturas electrónicas, manejo de las cuentas a cobrar, liquidación de sueldos, ajustes por inflación automáticos, control del stock de mercaderías y reportes de ventas y datos financieros.
Su uso no solo colabora con la mejora continua, sino que automatiza todas aquellas tareas que no son propias del negocio y demandan mucho tiempo.
Factores importantes para alcanzar el crecimiento empresarial
A la hora de buscar el crecimiento empresarial, hay algunos aspectos clave a tener en cuenta. Ellos son:
- Una planificación estratégica adecuada, que permita determinar el camino a seguir y las acciones necesarias para alcanzar las metas fijadas.
- La elección de un equipo de trabajo competente y su conservación en el tiempo, para evitar la rotación de personal y los problemas que ello acarrea.
- La definición de un presupuesto empresarial preciso, para saber con qué recursos se cuenta y cuál es la capacidad económica de la compañía para emprender los proyectos definidos.
- La adquisición de las herramientas tecnológicas necesarias para mantenerse competitivos, mejorar las operaciones en forma constante y ser cada vez más eficientes.
- Escuchar a los clientes, que en definitiva son los que compran los productos y de los que depende el éxito o el fracaso del negocio. Las redes sociales y los webinars son algunos canales básicos para recibir un feedback permanente y entender qué es lo que buscan y necesitan de la empresa.
- La correcta administración financiera, para evitar los gastos innecesarios, optimizar el uso de las inversiones y garantizar la salud económica de la compañía.
- La búsqueda de ideas innovadoras, que permitan encontrar una ventaja competitiva para destacarse en el mercado.
- El desarrollo sustentable, ya que no hay ninguna organización que hoy puede pensar en un crecimiento empresarial a largo plazo sin tener en cuenta el impacto social y ambiental de su actividad.
En conclusión
El crecimiento empresarial es un factor clave para garantizar la rentabilidad y la supervivencia en el tiempo de una compañía. Su alcance depende en gran medida de una planificación estratégica adecuada y la mejora continua de las operaciones.
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¿Qué es el crecimiento empresarial?
El crecimiento empresarial engloba a todo el proceso y las diferentes etapas a través de las cuales una compañía busca incrementar parámetros claves para su desarrollo y subsistencia.
Tipos de crecimiento empresarial
- El crecimiento empresarial interno
- El crecimiento empresarial externo
Fases del crecimiento empresarial
- La fase de la existencia
- La fase de la supervivencia
- La fase del éxito
- La fase del despegue
- La fase de la madurez