En este artículo te vamos a contar qué es el régimen simplificado para pequeños contribuyentes, quién puede adherirse, cómo hacer para acceder a él, qué beneficios tiene ser monotributista ¡y más! ¡Seguí leyendo!
¿Qué es el régimen simplificado para pequeños contribuyentes?
Hoy en día hay cada vez más personas que deciden trabajar de forma independiente. Sin embargo, esto no quita con que deban cumplir ciertas obligaciones impositivas. Para esto existe el régimen simplificado para pequeños contribuyentes, más conocido como Monotributo.
Este es un régimen tributario simplificado, integrado y opcional. Se dice que es simplificado porque cada contribuyente debe pagar una cuota fija mensual que contiene un componente de impuesto y otros de aportes a la obra social y jubilación.
Es integrado porque con el pago de esa cuota se sustituyen los impuestos a las ganancias, al valor agregado, los aportes previsionales y de salud.
Por último, es optativo porque un trabajador independiente puede optar por incorporarse a este régimen o al régimen general.
¿Quiénes pueden adherirse al régimen simplificado para pequeños contribuyentes?
Antes mencionamos que un trabajador autónomo puede incorporarse al régimen simplificado para pequeños contribuyentes o al régimen general. Pero ¿Quiénes pueden ser monotributistas?
Pueden ser monotributistas aquellos que:
- Vendan productos (cosas muebles) o servicios
- Realicen locaciones (alquileres) de cosas muebles o inmuebles
- Realicen locaciones de obras y/o prestaciones de servicios
- Integran una cooperativa de trabajo
- Sociedades de hecho e irregulares siempre que tengan hasta 3 socios.
- Sucesiones indivisas y condominios.
Cable aclarar que una persona que desee ser monotributista también puede trabajar en relación de dependencia y ser jubilado, pensionado o retirado.
¿Cuándo no es posible ser monotributista?
Existen algunos casos en los que no es posible inscribirse en el régimen simplificado para pequeños contribuyentes. A continuación te contamos cuáles son:
- Cuando una persona posee más de tres locales o realiza más de tres actividades simultáneas
- Si el precio máximo unitario de venta de los productos del individuo supera los $49.646,21.
- Si una persona realizó importaciones de cosas muebles y/o servicios para su comercialización posterior, durante los últimos 12 meses.
- Si tu situación se encuadra en alguna de las mencionadas, entonces debés ingresar en el régimen general.
¿Cuáles son las categorías en las que puede inscribirse un pequeño contribuyente?
La AFIP ofrece once categorías en las que un pequeño contribuyente puede encuadrarse. Estas van de la A a la K, aunque las categorías I, J y K son exclusivas para venta de cosas muebles.
Estar en una u otra categoría va a depender de los ingresos brutos anuales, de la superficie afectada, de la energía eléctrica consumida y del monto del alquiler.
¿Qué beneficios tiene ser monotributista?
Ingresar al régimen simplificado para pequeños contribuyentes tiene algunas ventajas. Mirá cuáles son:
Registrás tu actividad económica
Convertirse en monotributista significa que ingresás a la economía formal. Esto implica que tenés aportes que te permitirán jubilarte cuando alcances la edad correspondiente para no tener que trabajar más.
Construís una historia financiera
Si pagás la cuota del monotributo mensualmente en tiempo y forma, podés acceder a diferentes productos bancarios como: tarjetas de débito y crédito y diferentes tipos de préstamos.
Entregás comprobantes válidos
Si sos monotributista, vas a tener la posibilidad de entregar tickets o facturas, dependiendo la actividad que desarrolles.
Podés cobrar asignaciones familiares
El Gobierno Nacional otorga asignaciones familiares, es decir, una suma que ANSES paga ante diferentes situaciones de la vida. Si estás inscripto en el régimen de pequeños contribuyentes, tenés la posibilidad de acceder a alguna de ellas.
Tenés una obra social
Otro de los beneficios de ser monotributista es que podés acceder a una obra social para vos y toda tu familia. Si querés conocer más sobre este tema, te recomendamos que leas nuestra nota “¿Qué obra social puedo elegir con el monotributo?”.
Tenés acceso a créditos
Ser un pequeño contribuyente te da la posibilidad de acceder a cualquiera de los créditos que promueva el Estado para el acceso a la vivienda. Por ejemplo, casa propia, casa propia/construcción o casa propia/refacción.
Tenés acceso a otros beneficios del Estado
La posibilidad de acceder a una vivienda propia no es el único beneficio que podés tener si sos monotributista. También podés acceder a otros como, por ejemplo, el IFE que se entregó durante la pandemia.
Profesionalización del trabajo
Ser parte del régimen simplificado para pequeños contribuyentes, te brinda la posibilidad de realizar los cursos gratuitos que ofrece el Gobierno Nacional. De esta forma, podés capacitarte para poder hacer crecer tu negocio.
Simplificación impositiva
Como mencionamos anteriormente, a este régimen se le dice “simplificado” porque solo es necesario realizar un pago mensual que compone impuestos y aportes a la obra social y a la jubilación.
Múltiples formas de pago
Otro de los beneficios que tiene ser monotributista es que podés pagar la cuota mensual a través de diferentes medios. Podés hacerlo a través de un cajero bancario, desde tu homebanking, por débito automático por llamado telefónico.
Reintegro por cumplimiento
Si cumplís en tiempo y forma con el pago mensual durante un año calendario con débito automático o tarjeta de crédito, AFIP te reintegra el importe del componente impositivo de un pago mensual.
Consejos para ingresar al régimen simplificado para pequeños contribuyentes
Sabemos que ingresar a este tipo de regímenes para trabajar de forma independiente puede resultar un poco complicado, sobre todos si no estás en tema. Es por eso que te vamos a brindar algunos consejos para que no mueras en el intento.
1- Solicitá asesoramiento
Querer iniciar un proceso sin informarte antes puede llegar a ser un grave error porque puede pasar que a mitad de camino nos surjan dudas que no sabemos cómo resolver y terminamos en un callejón sin salida. Por esto, es fundamental que puedas investigar y asesorarte antes.
Si querés ser monotributista, te recomendamos leer el portal de la AFIP donde podés encontrar toda la información que necesitás o pedirle ayuda a algún contador de confianza. También podés leer blogs que tengan que ver con el tema.
2- Averiguá en qué categoría deberías inscribirte
Como te contamos antes, el régimen simplificado para pequeños contribuyentes posee categorías que van de la A (menores ingresos) a la K mayores ingresos) y dependiendo ciertos factores, vas a tener que inscribirte en una u otra categoría.
Es importante que antes de inscribirte sepas a qué categoría vas a pertenecer ya que, si bien es posible recategorizarse, este proceso solo se realiza al finalizar cada semestre. Por lo tanto, si te inscribís a una categoría mayor vas a tener que pagar más dinero durante varios meses.
3- Iniciá la inscripción
Una vez que ya sepas cómo es todo lo que debés hacer para iniciar tus actividades como monotributista y también sepas a qué categoría debés inscribirte, ya estás listo para iniciar el proceso.
Como es un trámite que se puede hacer de forma online, solo vas a tener que ingresar a la página de la AFIP y seguir los pasos que aparecen. Igualmente, antes de comenzar vas a tener que haber generado tu clave fiscal y contar con un CUIT.
4- Completá la adhesión
Una vez finalizado el proceso, vas a tener que esperar algunos días para que tu inscripción figure en el sistema y puedas terminar de darte de alta en el régimen. Cuando esto suceda, vas a poder gestionar la adhesión a la obra social que hayas seleccionado.
Además, vas a poder la gestionar el pago mensual que deberá realizarse antes del veinte de cada mes. Los comprobantes de pago se pueden generar desde la AFIP y pagarlos por los diferentes medios que vimos.
5-Inscribite en Ingresos Brutos
Si bien este paso es muy importante, los contribuyentes se lo suelen saltear. ¿De qué trata? Dependiendo en qué jurisdicción realicen su actividad, deberán inscribirse como Contribuyente Local en el organismo provincial (AGIP para CABA y ARBA para GBA). Si la actividad se realiza en más de una jurisdicción, la inscripción se debe hacer en Convenio Multilateral a través de la AFIP:
6-Incorporá un sistema contable
Cuando terminás el proceso de inscripción y comenzás a ser monotributista, lo que sigue es comenzar a facturar. Esto se puede hacer de forma gratuita desde la AFIP. Sin embargo, puede resultar muy engorroso ya que hay que cargar los datos de los clientes cada vez y muchas veces la página se traba.
Por eso, te recomendamos incorporar a tu vida un software de gestión como Xubio. Este tipo de sistemas te permite facturar con unos pocos clics ya que ofrece la posibilidad de guardar una gran cantidad de información, entre ella, los datos para poder emitir facturas electrónicas.
Además, brinda la garantía de que se están cumpliendo con todos los requisitos de la AFIP.
Asimismo, tener un sistema contable permite ahorrar mucho tiempo ya que simplifica y automatiza muchas tareas. Esto hace que ese tiempo pueda ser empleado en estrategias para hacer crecer tu negocio.
En conclusión
Ingresar al régimen simplificado para pequeños contribuyentes es muy fácil siempre y cuando sepas cómo es todo el proceso y qué requisitos necesitás. Te recomendamos siempre contar con un asesor de confianza y una vez que ya estés inscripto en el régimen simplificado, incorpores una solución de gestión para hacer tu vida mucho más fácil. Si querés saber más sobre este último punto, te recomendamos que ingreses a xubio.com y veas todas las funcionalidades que ofrece para simplificarte la vida.