Nómadas digitales: quiénes son y cómo convertirse en uno
Sin horarios, oficinas ni uniformes, atrás quedaron hace tiempo las ataduras físicas asociadas al mundo laboral. Así son los nómadas digitales. Es sabido: internet irrumpió en forma masiva hace unos 20 años para cambiar en forma radical la forma en la que vivimos y de qué manera entendemos la realidad.
Desde el consumo de información y entretenimiento hasta cómo administrar una empresa, todas las actividades humanas se ven atravesadas por la irrupción de la web.
Es en este escenario que aparece una nueva especie en la jungla laboral: los nómadas digitales. En un mundo cada vez más caótico, impredecible e inestable, los nómadas digitales hacen de la incertidumbre su bandera. No cuentan con un salario fijo, horarios estipulados al dedillo ni mucho menos una oficina donde deban marcar tarjeta.
Las cifras hablan por sí solas
Según el libro The Digital Nomad Survival Guide (la guía de supervivencia del nómada digital) una suerte de biblia para freelancers, estadísticamente el mercado está dominado por hombres (53%) de los cuales el 45% son de origen asiático, mientras que el 16% y el 14% son europeos y latinoamericanos respectivamente. Más de un 60% se ubican en una franja de edad de 25-34 años con formación universitaria ya sea en ingeniería de software, marketing, diseño gráfico/web y redacción de contenidos.
Los nómadas digitales son los hijos y nietos de la generación que en épocas pasadas añoraba un trabajo estable, con posibilidades de ascenso, con el fin último de adquirir una vivienda donde establecerse (con suerte) durante toda una vida. Como si se tratara de un adolescente rebelde, aquellos que ejercen su profesión de manera remota buscan justamente todo lo contrario. En líneas generales, claramente, no le tienen miedo a los cambios, están abiertos a conocer personas de diferentes culturas y vivir nuevas experiencias y, por supuesto, en su gran mayoría hablan dos o tres idiomas con fluidez.
En la actualidad y luego del estallido de la burbuja inmobiliaria que trajo consigo la crisis del 2008, son manifiestos los impedimentos casi insondables al momento de hacerse con una propiedad inmobiliaria, asegurarse un techo se volvió un imposible que la generación millenial no está dispuesta a tratar de vencer. En cambio, priorizan un estilo de vida viajero o bien, reubicarse en otro país con costos de vida accesibles a precio dólar.
De hecho y en promedio, un 75% de nómadas digitales tienen como preferencia no pasar más de 24 meses en una misma locación, es por eso que suelen trasladarse de ciudad en ciudad cada 8-12 meses.
La libertad, el control sobre las decisiones de la compañía o marca personal y ser “su propio jefe”, son algunas de las características más seductoras de este estilo de vida que cada día gana más adeptos. Tanto que según expertos, para el año 2035 se estima que en el mundo habrá por lo menos mil millones de nómadas digitales.
En Argentina, una encuesta masiva realizada por Microsoft en 2016, reveló que al 65% de los consultados, les gustaría que la empresa donde trabajan admita flexibilidad en relación al trabajo remoto. Entre los principales motivos, se mencionó la posibilidad de viajar y conocer otras culturas, alcanzar mayores y mejores posibilidades profesionales (en el caso de las mujeres) y disminuir el stress de la rutina diaria.
Las herramientas
Convertirse en nómada digital puede parecer en primera instancia una locura, pero la realidad es cada día es considerablemente mayor la cantidad de profesionales (altamente calificados) que se suman al tren del obrero viajero. Hoy en día la tecnología acorta distancias y nos da la posibilidad de trabajar en forma independiente o bien administrar nuestra empresa desde cualquier lugar del mundo, siempre y cuando tengamos conexión WiFi, por supuesto.
Para convertirse en nómada simplemente es necesario contar con una computadora portátil que nos conecte a la nube (o el equipamiento propio de nuestro nicho), que nos permita desarrollar nuestras tareas como profesional, el pasaporte al día y la determinación de abrazar un estilo de vida jamás aburrido pero repleto de desafíos por conquistar.
Plataformas como UpWork, Freelancer o Workana son espacios dedicados específicamente a conectar clientes con profesionales, las formas de pago y la duración de los proyectos son negociables y en todos los casos existe un sistema de calificaciones que permite construir con el paso del tiempo y un buen desempeño, un perfil interesante que nos abra las puertas a obtener un flujo de trabajo que nos permita costearnos la vida en el camino.
Asimismo, existen sobre todo en grandes ciudades y capitales, lugares destinados al co-working y el co-living, es decir compartir oficina y casa, esto permite conectar en forma física con otros profesionales que comparten nuestro estilo de vida, con la posibilidad de generar lazos de networking y potenciales compañeros de viaje.
Si soñás con manejar tus propios horarios, vivir conectado y trabajar en forma independiente mientras recorrés el planeta, eso significa que dentro tuyo está encendida la chispa nómada digital. No dejes pasar la oportunidad y convertí tu pasión en realidad hoy mismo.