¿Qué son los activos corrientes?

qué son los activos corrientes

Junto con el equipo de Xubio te acercamos este artículo en el que hablaremos sobre los activos corrientes y todo lo que tenés que saber sobre el tema: ¿Qué son los activos corrientes? ¿Cuál es la diferencia entre activos corrientes y no corrientes? ¿Qué características tiene un activo corriente y qué ejemplos existen?

En pocos minutos de lectura te responderemos estas preguntas y muchas más. ¡Seguí leyendo! 

¿Qué son los activos corrientes?

A modo de introducción, te contamos que, en el ámbito de la contabilidad y las finanzas, el concepto de «activo» se refiere a los recursos, bienes o derechos con los que cuenta una empresa. Se clasifican en activos corrientes o no corrientes.

Los activos corrientes son los recursos con los que cuenta una empresa y espera convertir en efectivo, vender o consumir en un ciclo operativo normal o dentro de un período de tiempo de un año. Permiten financiar las operaciones cotidianas y mantener la liquidez necesaria para cumplir con las obligaciones de la unidad a corto plazo.

Los activos corrientes se encuentran dentro del balance general y se clasifican de manera separada de los activos no corrientes, que tienen un horizonte temporal más largo.

El concepto de activo corriente refleja la capacidad de una empresa para generar recursos en el corto plazo, ya que tendrá una mejor capacidad para hacer frente a sus compromisos financieros de forma inmediata y en lo cotidiano.

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Ejemplos de activos corrientes

Los activos corrientes abarcan una variedad de bienes y derechos. Entre los ejemplos más comunes de activos corrientes se incluyen:

  1. Cuentas por cobrar: Son los montos que los clientes deben a la empresa por productos o servicios ya entregados. Este tipo de activo está relacionado con el crédito otorgado por la empresa a sus clientes, y normalmente se espera que se pague en un corto plazo.
  2. Efectivo y equivalentes: Este es el tipo de activo corriente más líquido. Incluye dinero en caja, depósitos bancarios, y otros instrumentos financieros que pueden convertirse rápidamente en efectivo, como cheques.
  3. Inventarios: Son los bienes que una empresa tiene para ser vendidos en el curso normal de su negocio. Los inventarios son activos corrientes porque se espera que se vendan o consuman dentro de un año.
  4. Inversiones a corto plazo: Son las inversiones que la empresa realiza en valores que se pueden convertir rápidamente en efectivo, como acciones o bonos con vencimientos menores a un año.
  5. Pagos anticipados: En algunos casos, las empresas realizan pagos anticipados por servicios o productos que recibirán en el futuro cercano. Estos pagos, como las primas de seguros o alquileres pagados por adelantado, se clasifican como activos corrientes hasta que se consumen o se reconocen como gastos.

Activos corrientes vs. Activos no corrientes

Los activos corrientes y los no corrientes se diferencian en varios aspectos que desarrollaremos a continuación:

a) Los activos corrientes se utilizan para medir la liquidez de la empresa, y, por lo tanto, son un indicador clave para los inversionistas, analistas financieros, y otros interesados en la entidad.

Por otro lado, un activo no corriente, es un tipo de activo que se espera que sea utilizado o mantenga su valor en la empresa por un largo período de tiempo, generalmente más de un año, por lo que sirven para medir la solvencia de la empresa.

b) Corto o largo plazo de liquidez: Los activos corrientes son aquellos que se espera convertir en efectivo dentro de un año o del ciclo regular de una empresa (corto plazo), mientras que los activos no corrientes incluyen activos que se espera que proporcionen beneficios económicos a largo plazo, como propiedades, maquinaria y patentes.

c) Utilización para cubrir gastos: mientras que los activos corrientes sirven para cubrir gastos o deudas de corto plazo, los activos no corrientes permiten cubrir deudas a largo plazo.

ejemplos de activos corrientes

Características de un activo corriente

Para que un bien o derecho sea considerado un activo corriente, debe cumplir con ciertas características definidas en las normativas contables internacionales, como las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) y los principios generalmente aceptados (GAAP). Las características más destacadas de los activos corrientes son:

Alta liquidez

Los activos corrientes deben ser fácilmente convertibles en efectivo o equivalentes de efectivo en un corto período de tiempo. Esta característica permite que la empresa pueda cumplir con sus obligaciones a corto plazo, como el pago de cuentas por pagar, salarios, impuestos, entre otros.

Convertibles en el corto plazo

 Un activo corriente debe ser utilizado, vendido o convertido en efectivo dentro de un ciclo operativo normal (generalmente de 12 meses o menos). Esta es una de las razones por las cuales los inventarios, cuentas por cobrar y efectivo se consideran activos corrientes, ya que se espera que se utilicen o liquiden rápidamente.

Generan beneficios inmediatos

Los activos corrientes contribuyen a las operaciones diarias de la empresa. Por ejemplo, el efectivo es utilizado para realizar pagos, las cuentas por cobrar se transforman en flujo de efectivo cuando los clientes pagan, y los inventarios se venden para generar ingresos.

Clasificación contable

 Los activos corrientes están claramente clasificados en los estados financieros, específicamente en el balance general. Esta clasificación ayuda a los usuarios a identificar rápidamente los activos que se pueden convertir en efectivo a corto plazo y, por lo tanto, a evaluar la liquidez de la empresa.

Relevancia para la solvencia y la liquidez

La correcta clasificación y evaluación de los activos corrientes es crucial para medir la capacidad de la empresa para cumplir con sus obligaciones a corto plazo. Un desajuste entre los activos corrientes y las obligaciones a corto plazo puede generar problemas de liquidez.

En conclusión

Los activos corrientes constituyen los recursos que se utilizan para financiar las operaciones cotidianas y garantizar la liquidez necesaria de una empresa a corto plazo.

Es de suma importancia su correcta identificación, clasificación y registro en los estados financieros, para tener un análisis de con qué se cuenta, y así poder tomar decisiones informadas tanto por parte de los gerentes como de los inversionistas, analistas y otras partes interesadas.

Los activos corrientes, al ser más líquidos y de fácil conversión en efectivo, permiten que las empresas continúen operando sin interrupciones, asegurando la capacidad para hacer frente a pagos inmediatos y generando confianza entre los interesados.

Sin embargo, la gestión inadecuada de estos activos puede afectar negativamente la solvencia y la estabilidad financiera de la empresa. Por ejemplo, una elevada cuenta por cobrar que no se cobra puede generar problemas de liquidez si los clientes no pagan a tiempo.

Es crucial que los activos corrientes sean registrados correctamente y en tiempo real, para evitar errores o distorsiones en los informes financieros, ya que no solo son un componente clave para la operación diaria de la empresa, sino que su adecuada gestión y registro son esenciales para mantener una empresa activa y competitiva en el mercado.

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