Junto con el equipo de Xubio te acercamos este artículo en el que hablaremos sobre impuestos progresivos y regresivos y todo lo que tenés que saber sobre el tema: cuáles son sus características, ejemplos concretos y las principales diferencias entre ambos. ¡Seguí leyendo!
Los impuestos constituyen una herramienta fundamental para el financiamiento del Estado y la redistribución de la riqueza dentro de una economía. A través de ellos, el gobierno obtiene recursos para proveer bienes y servicios públicos, garantizar derechos y fomentar el desarrollo económico y social. Sin embargo, no todos los impuestos son iguales. En este sentido, podemos distinguir entre dos categorías: los impuestos progresivos y regresivos.

¿Qué es un impuesto progresivo?
Un impuesto progresivo es aquel en el cual la carga tributaria aumenta a medida que aumenta la capacidad económica del contribuyente. Es decir, que la tasa del impuesto aumenta cuando aumentan los ingresos del contribuyente. Quienes tienen mayores ingresos, patrimonios o riqueza pagan un porcentaje más alto que aquellos que poseen menores recursos.
La progresividad busca garantizar un sistema tributario más equitativo, donde quienes más tienen contribuyen proporcionalmente más al financiamiento del Estado.
El principio que subyace a los impuestos progresivos es el de capacidad contributiva, que indica que los ciudadanos deben de acuerdo con sus posibilidades económicas. Este enfoque se considera justo porque reconoce que el sacrificio para una persona de bajos ingresos no es equivalente al de una persona con altos ingresos, incluso si pagan la misma cantidad absoluta.
El impuesto progresivo por excelencia en Argentina es el Impuesto a las Ganancias.
Características de un impuesto progresivo
Te contamos algunas de las características de los impuestos progresivos
- Tasa creciente: el porcentaje del impuesto aumenta con el nivel de ingreso o riqueza.
- Redistribución: contribuye a reducir las desigualdades sociales al transferir recursos desde los sectores más ricos hacia programas que benefician a los más vulnerables.
- Equidad vertical: trata de manera diferente a quienes están en diferentes situaciones económicas.
Ejemplos de impuestos progresivos
- Impuesto a las Ganancias: es un impuesto que se aplica a las ganancias obtenidas en un año fiscal. Las personas con ingresos más altos pagan una tasa mayor que las personas con ingresos bajos. Por ejemplo, alguien que gana $1.000.000 anuales tributará un porcentaje más elevado que alguien que gana $300.000.
- Impuesto a la Herencia: yambién conocido como impuesto sucesorio, grava la transmisión gratuita de bienes o derechos y suele aplicar tasas más altas cuando el valor de la herencia es mayor.
- Impuesto a los Bienes Personales o al Patrimonio: grava la riqueza acumulada (propiedades, inversiones, activos financieros). Cuanto mayor sea el patrimonio, mayor será la alícuota.
- Impuesto a las Ganancias de Capital: se aplica sobre beneficios obtenidos por la venta de activos (acciones, bienes inmuebles), y en algunos sistemas puede ser progresivo según el monto de la ganancia.
Estos impuestos no solo buscan recaudar, sino también cumplir una función redistributiva, contribuyendo a disminuir la concentración de riqueza.

¿Qué es un impuesto regresivo?
Por el contrario, un impuesto regresivo es aquel que afecta proporcionalmente más a las personas con menores ingresos que a las personas con mayores ingresos. En otras palabras, aunque la tasa impositiva sea igual para todos, el impacto relativo sobre el ingreso disponible es mayor para quienes menos tienen.
Esto genera que, en términos de equidad, este tipo de impuestos se considere más injustos, ya que afectan de forma desproporcionada a las personas de bajos ingresos y poco o nulo a los sectores con mayores riquezas.
El carácter regresivo de un impuesto se observa cuando el gasto en impuestos representa un porcentaje mayor del ingreso de los sectores de menores recursos. Por ejemplo, si dos personas pagan $100 de impuesto al consumo, para quien gana $1.000 significa el 10% de su ingreso, mientras que para quien gana $10.000 apenas representa el 1%.
Características de un impuesto regresivo
Estas son las características de los impuestos regresivos
- Tasa uniforme: Generalmente son impuestos con una alícuota fija que no varía según la capacidad económica.
- No redistributivo: No contribuye a reducir desigualdades, e incluso puede aumentarlas. Proporcionalmente, impacta más en los sectores vulnerables.
Ejemplos de impuestos regresivos
- Impuestos al consumo (IVA): El Impuesto al Valor Agregado (IVA) es uno de los impuestos más regresivos, ya que se aplica sobre el consumo de bienes y servicios, con la misma tasa para todos. Como las personas de menores ingresos destinan una mayor parte de sus ingresos al consumo, terminan aportando más proporcionalmente que los sectores más ricos.
- Impuestos específicos sobre bienes: Por ejemplo, impuestos a los combustibles, cigarrillos o bebidas alcohólicas. Aunque puedan tener un fin sanitario o ambiental, son regresivos porque afectan proporcionalmente más a quienes tienen ingresos bajos.
- Tasas y contribuciones municipales: Como las tasas por servicios urbanos o patentes de vehículos, que no se ajustan según la capacidad contributiva.
En general, los impuestos regresivos son fáciles de recaudar y generan ingresos rápidos para el Estado, pero pueden aumentar la brecha social y generar situaciones económicas de desigualdad si no se compensan con otras medidas.
Diferencias entre impuestos progresivos y regresivos
La diferencia fundamental entre ambos radica en cómo se distribuye la carga tributaria entre los distintos estratos de la población:
- Progresivos: La carga tributaria aumenta a medida que aumenta la riqueza o el ingreso. Son considerados más justos y equitativos, ya que buscan que quienes tienen más recursos contribuyan en mayor proporción.
- Regresivos: La carga tributaria disminuye en términos relativos a medida que aumenta el ingreso. Afectan más a los sectores de bajos recursos, generando desigualdad.
Característica | Impuesto Progresivo | Impuesto Regresivo |
Relación con el ingreso | A mayor ingreso, mayor tasa | A mayor ingreso, menor impacto relativo |
Ejemplos | Impuesto a las Ganancias, Bienes Personales | IVA, impuestos a combustibles |
Objetivo | Redistribución y equidad | Recaudación rápida/inmediata |
Desde una perspectiva económica y social, los impuestos progresivos son preferibles para lograr un sistema tributario justo, aunque los impuestos regresivos suelen representar una parte importante y constante de la recaudación en la mayoría de los países.
Conclusión
Es de suma importancia conocer y comprender las diferencias entre impuestos progresivos y regresivos, para entender como impactan económicamente sobre los contribuyentes, y también para una correcta planificación tributaria.
Los impuestos progresivos, al aumentar su carga en función de la capacidad contributiva, requieren una administración detallada de ingresos, escalas y deducciones. Por otro lado, los impuestos regresivos, al recaer proporcionalmente más en quienes menos ganan, obligan a tener un control minucioso del flujo de gastos y consumo. En consecuencia, un sistema tributario equilibrado debe combinar ambos tipos de impuestos.
Aprovechamos para comentarte que existe una solución de gestión en la nube, que te permitirá automatizar el cálculo de impuestos, manteniendo la información actualizada y generando reportes en tiempo real.
Además, su integración con normativa actualizada y su capacidad para gestionar diferentes tipos de tributos —desde el IVA hasta las retenciones de ganancias— facilitan una visión clara del impacto que tienen tanto los impuestos progresivos como los regresivos en la estructura financiera de la empresa. Si querés conocer más sobre este servicio, te recomendamos que ingreses a Xubio.com y resuelvas todas tus dudas.
Por último, si te gustó esta nota sobre impuestos progresivos y regresivos, te invitamos a calificarlo y a compartirlo en tus redes sociales.
