Conocer las distintas ramas de la contabilidad es vital para realizar un control adecuado de las finanzas, diseñar el presupuesto, gestionar los recursos y cumplir con las obligaciones fiscales.
En este artículo vamos a contarte cuáles son, para qué se utiliza cada una y en qué se diferencian. ¡Seguí leyendo!
¿Qué es la contabilidad?
La contabilidad es una parte de las finanzas que se ocupa de registrar y controlar todas las operaciones económicas que se realizan en una empresa o negocio.
Sus principales objetivos son mejorar la gestión de los recursos y ofrecer datos confiables sobre los ingresos y los egresos de dinero, para facilitar la planificación de las tareas y la toma de decisiones.
Además, sirve para analizar la eficacia de las acciones implementadas y satisfacer la demanda de información de accionistas, entidades gubernamentales y otros públicos interesados.
Una buena contabilidad es clave para medir la rentabilidad y garantizar la supervivencia a largo plazo de un emprendimiento, al ayudar a controlar los gastos, optimizar las inversiones y cumplir con las obligaciones legales.
También permite conocer la situación real en que se encuentra la organización y realizar predicciones y análisis de costo beneficio, para detectar oportunidades de negocio.
¿Cuáles son las ramas de la contabilidad?
Al haber muchas áreas de registro y control dentro de una empresa, existen diferentes ramas de la contabilidad para facilitar su gestión.
Estas se dividen de acuerdo a distintos parámetros, como la naturaleza de los recursos analizados, la actividad, el tipo de información que manejan o el campo de aplicación.
Ramas de la contabilidad según el origen de los recursos
Dentro de este rubro podemos encontrar:
La contabilidad pública
Es la encargada de registrar y controlar las actividades económicas que se llevan a cabo en compañías o instituciones gubernamentales.
Al tener objetivos sociales diferentes a los del sector privado, utiliza un sistema de información y está regulada por un marco constitucional y legal específico para las organizaciones estatales.
Los resultados de la contabilidad pública están disponibles para la consulta de cualquier ciudadano que los solicite, con el fin de generar transparencia. Sus acciones dependen de la ejecución del presupuesto gubernamental y apuntan a mejorar la toma de decisiones.
La contabilidad privada
Es la encargada de registrar, ordenar y controlar las operaciones que se realizan en empresas particulares y de capital privado.
Está regida por un marco regulatorio específico para este sector y busca mejorar la gestión de los recursos y convertir al negocio en un emprendimiento rentable.
A diferencia de la pública, la contabilidad privada es confidencial y sus resultados solo están disponibles para el grupo directivo de la entidad y otras partes involucradas.
Ramas de la contabilidad según la información utilizada
En este campo tenemos:
La contabilidad financiera
Se ocupa de controlar y registrar todos los movimientos económicos de una empresa, con el fin de centralizarlos y plasmarlos en reportes contables que se mantienen a lo largo del tiempo.
Es la rama de la contabilidad más utilizada, ya que presenta los datos de forma concisa y clara, y ofrece una visión panorámica que refleja el desempeño pasado y presente del negocio.
Su principal misión es informar sobre el estado financiero de la compañía, mediante balances generales destinados a directivos, accionistas, inversores y entidades crediticias y gubernamentales. Así, se usa tanto en forma interna como externa.
Entre los principales puntos que considera se encuentran el flujo de caja, el estado de las cuestas bancarias, los ingresos y egresos de dinero, el patrimonio, las inversiones y las alianzas estratégicas.
De esta manera, la contabilidad financiera permite determinar si el valor de la organización aumentó o disminuyó en un ciclo de tiempo determinado y cuáles fueron sus pérdidas y ganancias.
La contabilidad administrativa
También conocida como contabilidad gerencial o de gestión, es la encargada de controlar y registrar las informaciones necesarias para la planificación y el funcionamiento interno de la organización.
Esto va desde el manejo de las compras, las cobranzas y el inventario, hasta el monitoreo de cada uno de los procesos, las líneas de producción y la evaluación de su impacto.
A diferencia de la financiera, la contabilidad administrativa se puede expresar en términos no monetarios, al incluir diferentes unidades de medida. Por ejemplo, en el caso de los reportes de stock y de materias primas.
Tiene un uso exclusivamente interno y es clave para planificar los presupuestos, analizar el correcto empleo de los recursos y la rentabilidad de determinados productos, examinar la operatividad general y tomar mejores decisiones empresariales.
La contabilidad fiscal
Se ocupa de controlar, preparar y supervisar las obligaciones y declaraciones tributarias que debe cumplir una compañía.
La misma está regida por la legislación y la normativa específica de cada país, cuyas aportaciones son utilizadas por el Estado para mejorar las condiciones sociales.
Entre otras tareas, la contabilidad fiscal se encarga de gestionar los recursos necesarios para garantizar el pago de los impuestos en tiempo y forma. Además, analiza posibles alternativas para disminuir su costo.
Su registro y cálculo tiene un carácter obligatorio y es de suma importancia para evitar multas y sanciones.
La contabilidad de costos
Se encarga de monitorear y registrar todas las erogaciones de la compañía, con el fin de resguardar su equilibrio financiero. Esto ayuda a asignar mejor los recursos disponibles y controlar los gastos.
Entre otras informaciones, su manejo posibilita saber cuánto cuesta fabricar un producto o suministrar un servicio, y cuáles son los desembolsos generados por cada área o unidad de negocio en el proceso.
La contabilidad de costos es clave para el control de las operaciones, ya que no solo pone el foco en la gestión de compras y las salidas de dinero, sino que también incluye todo lo relacionado con el consumo de bienes y la depreciación de los activos.
Ramas de la contabilidad según el campo de aplicación
Dentro de este grupo se ubican:
La contabilidad forense
Se ocupa de auditar las operaciones y validar todos los datos presentados por la compañía en sus balances y estados contables.
En general es realizada por un contador externo, quien examina los informes para garantizar su veracidad y exactitud, y que cumplan con las leyes y reglamentos fiscales.
La contabilidad forense es vital para evitar casos de fraude económicos y lavados de activos. Es muy utilizada por abogados, empresas de seguros, instituciones financieras y organismos gubernamentales.
La contabilidad social
Es la encargada de registrar y medir cómo las actividades de una empresa impactan en la sociedad y en el medio ambiente. Su objetivo principal es mejorar la reputación de la compañía y su sustentabilidad a largo plazo.
Entre otros aspectos, mide la cantidad de recursos no renovables empleados en las operaciones, los gastos que estos generan, el uso eficiente de la energía y de los materiales reciclables, y la reducción de la contaminación.
Además, esta rama de la contabilidad se utiliza para conocer la percepción general que el público tiene sobre la marca, promover la transparencia interna y diseñar políticas de responsabilidad social empresaria.
Herramientas para gestionar las distintas ramas de la contabilidad
Las tareas de registro y control relacionadas con la contabilidad requieren de herramientas confiables para cargar, documentar y analizar los datos financieros.
En el pasado lo habitual era realizar reportes manuales en grandes libros de papel, que hoy con la digitalización y el uso de las nuevas tecnologías quedaron obsoletos. Lo mismo las hojas de cálculo tipo Microsoft Excel, que dominaron este campo por muchos años.
En la actualidad la mayoría de las empresas utilizan softwares de gestión corporativos para organizar sus finanzas y llevar un registro ordenado de todas sus actividades.
Estos sistemas contables no solo mejoran la carga de los datos, sino que también los mantienen seguros y permiten su consulta en cualquier momento y desde cualquier lugar. Además, facilitan el control y posterior análisis de la información, y eliminan la pérdida de tiempo innecesaria en tareas rutinarias y repetitivas.
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En conclusión
Conocer las distintas ramas de la contabilidad es de suma importancia para optimizar el control de las operaciones, cumplir con las obligaciones fiscales y reducir costos. Además, su gestión adecuada permite contar con información financiera confiable para tomar mejores decisiones y alcanzar el éxito empresarial.
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